Alumnos con discapacidad: continúan los problemas de inclusión
Encuesta de la Fundación Par
Varias leyes ordenan facilitar, aunque con ciertas salvedades, la integración de chicos con necesidades educativas especiales a la educación regular. Sin embargo, de un total de 108 mil alumnos con discapacidad, solo algo más de 29 mil concurrieron a aulas comunes en 2006. Las reticencias para educar en la diversidad tienen varias vertientes pero encuentra a las propias escuelas que imparten la enseñanza especial como su mayor oponente. A esta conclusión arribó la tercera parte de un relevamiento desarrollado por la Fundación Par, en alianza con otras organizaciones sociales.
En el marco del sondeo titulado Educar en la Diversidad, realizado entre 2006 y 2007, se entrevistaron en total a 911 vecinos, padres y docentes de escuelas públicas y privadas de gestión común y especial de la ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de favorecer la integración y evitar la discriminación.
Otro de los resultados que arrojó la tercera y última parte de la encuesta es que el 80 por ciento los docentes de establecimientos educativos especiales porteños cree que la mayor dificultad que enfrentan los alumnos con discapacidad dentro del aula común son las inadecuadas adaptaciones curriculares.
Además, dentro del grupo de padres y vecinos, docentes regulares y especiales, estos últimos son quienes más consideran que el sistema educativo en general tiene una actitud negativa (evasivo, excluyente e indiferente) entorno a la diversidad. En ese sentido, al igual que los padres y vecinos, el 82 por ciento de los maestros especiales opina que las aulas regulares no están preparadas para la educación inclusiva. No sostienen lo mismo los maestros de la enseñanza regular, dado que el 40 por ciento calificó al sistema educativo como inclusivo.
Para revertir esta tendencia, el 70 de los educadores del área especial evaluó como clave modificar el actual sistema de formación docente, que por estos días se separa en especial y común, teniendo en cambio una base única para todos los profesionales y después una división específica.
En segundo lugar a la hora de pensar los recursos necesarios para implementar la educación inclusiva, tanto los docentes comunes como los especiales manifestaron la necesidad de una mayor interacción entre los equipos profesionales de ambas modalidades de enseñanza; y en tercer punto reclamaron mayor información a padres y alumnos sobre el tema.
Ocurre que los maestros de escuelas especiales subrayaron como las principales causas del impedimento de la educación inclusiva a la inadecuada formación docente, seguida por los problemas de infraestructura, la falta de apoyo interdisciplinario (relación entre docentes, directivos y padres), una legislación inadecuada, y posibles efectos negativos para los alumnos.
Fuente: Risolidaria
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